Tierra de leyendas y de gentes sencillas pero alegres.La quietud de tu blasonado casco antiguo evoca leyendas en las frias noches del invierno de la comarca, cuado un fuerte aroma a leña impregna los sentidos por las viejas calles de la parte alta de la ciudad. Es un paisaje unico y emblematico, con el castillo dominandolo todo y con la figura de la santisima y vera cruz aun mas alta, simbolo universal de la ciudad, y enseña incrustrada en lo mas profundo del ser caravaqueño. La quietud del casco antiguo contrasta con la ebullicion permanente del casco nuevo, especialmente en la gran via y calles cercanas, donde se desarrolla la vida economica de la ciudad. Es un lugar dominado por un relieve brusco, una ciudad rodeada de sierras, valles y barrancos que en su conjunto dotan a Caravaca de una grandiosidad casi mitica, se mire desde el angulo que se la mire.Un lugar que fue frontera entre musulmanes y cristianos, enclave templario que concede una aureola aun mas mitica si cabe a la ciudad dando lugar a leyendas y tradiciones de culto a la Santisima y Vera Cruz durante varios siglos que se manifiestan como una explosion de jubilo los primeros dias de mayo.