Mejores mensajes de CAÑADA DE LA CRUZ:
palomar de la casa Ayala
Vamos paisanos que ya falta poco para las fiestas, empezar a cuidaros que van a ser duras y no olvidarse el omeprazol.
Hola Francisca me alegra mucho de saber de ti (vosotras)
A ver si podemos contactar
Un abrazo
Hola Francisca que alegría encantado de tener noticias tuyas, mis hermanos Andres y Francisco viven en Menorca y Julian M. jesus y yo en Alicante, mi correo electrónico es... hcfventura@hotmail. com si me mandas un mensaje nos pondremos en contacto contigo, si viven tus padres dales un abrazo de la familia Lopez Lopez, los mios desgraciadamente ya fallecieron, un abrazo
Yo me crié en el entredicho, me interesa el tema creó que conozco a María Jesus López y Julián.
con tanto facebooks, y tanto wassap. ya nadie escribe en esta pagina?
Hola!
Me llamo Faustina Garcia Roblès y mi padre Miguel Garcia Pena a nacido en Canada de la Cruz. Vivimos en Francia pero nos gusta venir de bes en Cuando por canada y pasar unos dias en nuestra casa de la calle mayor. Tengo muchos recuerdos de mis vacaciones Cuando era pequena, con el tio faustino et la tia luisa. Por eso me gusta mirar las fotos.
Este mensage era solo para decir que no se nos olvida nuestro pueblo.
Faustina
Madre mía! Si casi no me reconozco yo, pero si identifico a much@s La Custo, El Pedro de €libio, El Tete y la Mentos, Moisés y su hermano, Fidel etc etc etc, y por supuesto Dña Carmen, D. Alfredo, D. José. ¿Cómo no la había visto antes?. Jose Miguel, muchas gracias, me has hecho pasar un buen rato
hola a todos, hace poco mas de un mes colgue esta foto y nadie ha dicho nada. ¿Es que nadie se reconoce o no reconoce a nadie?
Dice la canción..."pero cuanto darias por volver a vivir ese tiempo una vez mas, dibujar aviones de papel, esperar a tu novia en su portal....". La cabina de teléfono está vacía, pero no está abandonada, sigo allí mirándola, pero al abrigo de la chimenea, colmado de iusiones, tal vez con más ilusiones que cuando soportaba estoicamente los gélidos atardeceres esperando al Ángel que Dios me envió. Ahora miramos juntos la cabina desde la ventana, con calor, con mucho más calor que el que desprende la ... (ver texto completo)