Altas y antiguas chimeneas de ladrillo se recortan en el horizonte beniajanense, ya sin más uso que el de dar testimonio del floreciente pasado industrial de la villa. Hoy permenecen dentro del casco urbano, protegidas como singulares elementos del patrimonio local... Y parecen contemplar orgullosas, desde lo alto, cómo se desarrollan y prosperan allá en la periferia sus herederos: los nuevos polígonos industriales de Beniaján.