Hola, Juan Carlos, accidentalmente de Tarragona, pero aledano de sangre y de corazón. También comparto contigo y con todos nuestros paisanos la pasión por muestro muy querido pueblo de Aledo. Quien habla así de Aledo como tú, significa que lo lleva en el corazón, y, por tanto, que sabe de su grandeza, de su historia, de sus muchas tradiciones y de su extensísima cultura, etc.; pero, sobre todo, significa que ha sabido mirar al fondo y percibir la gran altura –quizás oculta a muchos ojos- de las buenas gentes que lo habitan, así como los muchos y grandes valores que las caracteriza. Todo ello ha sido un legado recibido de nuestros mayores (entre quienes también está tu familia paterna), y de generaciones y generaciones de aledanos que a lo largo de los siglos así lo han vivido y nos lo han enseñado, y que esperamos tener la sabiduría, el acierto, la honradez y la lucidez de seguir enseñándolo a la generación presente y a las futuras: en ello nos jugamos mucho, nos jugamos todo lo que somos (nuestra identidad), nos jugamos nada más y nada menos que el ser mismo de ALEDO. Gracias, Juan Carlos (aparentemente de Tarragona, pero aledano entero), por querer a Aledo como lo haces, y que compartimos todos los aledanos, y también aquellos que al conocer a Aledo quedan encandilados, sobrecogidos y atrapados para siempre por el alma de nuestro pueblo. ánimo, que lo sigas viviendo así y que así lo sigas transmitiendo. Un abrazo.