Respecto al mensaje que hace 4 por debajo de éste. Entiendo perfectamente lo que quieres decir. Mucho ánimo y adelante. Quieres a tu pueblo, como todos lo queremos, y éste es tu pueblo como lo es de cualquiera de nosotros, y ya sé que no hace falta que yo ni nadie te lo diga, pues lo sería aunque nadie lo dijera; tómalo símplemente como una forma de hablar (porque de alguna forma hay que hablar) y de decirte que entiendo lo que sientes. Y seguro que lo que sientes cada vez que te marchas se ve recompensado cada vez que vuelves. Aledo no sólo se queda aquí. Aledo se va contigo cada vez que te vas y está donde tú estás. Ya lo sabes mejor que yo. Un abrazo muy fuerte, mucho ánimo y adelante.
Respecto al mensaje que hace 6 por debajo de éste. Como dice mi amigo J.C., tampoco yo, ¡jamás!, he opinado con intención de ofender a nadie. Creo que esto ha quedado siempre claro (y ahí están los escritos para comprobarlo). Como J.C., siempre he opinado desde el mayor respeto y desde la mejor buena voluntad del mundo, y desde el profundo amor y enorme veneración que le tengo a nuestro pueblo, Aledo, que no es ni mayor ni menor que el que le tenemos todos los aledanos, es simplemente como el de todos. Y precisamente, porque quiero con locura a Aledo (como todos, supongo), es por lo que me preocupan sus problemas, como me alegran sus alegrías. Y como afirma mi amigo J.C., si en algún momento alguien haya podido sentirse ofendido por cualquier cosa que he dicho (aunque creo no haber dado motivo para ello, en absoluto) pido, no obstante, perdón.
Ahora bien. Para opinar, siempre que se haga con respeto a todas las personas y con buena voluntad (repito), creo que no sea necesario meterse en política ni poner un tarot ni cosas de esas (por favor). Creo que todos podemos expresar nuestra opinión y nuestras ideas (con respeto), siempre y cuando se tengan argumentos y sean razonadas. Yo no intento convencer a nadie, sólo quiero, como ya he dicho en varias ocasiones, expresar humildemente mi opinión, o más bien mis dudas y preguntas al respecto del tema que se ha tratado. Y para ello ofrezco mis argumentos y mis razones; que, por cierto, todo sea dicho, hasta ahora nadie ha podido responder a mis preguntas y dudas, y tampoco nadie ha rebatido mis argumentos (con otros argumentos, se entiende; porque para hablar por hablar no hacen falta argumentos, claro). Porque la fuerza y la verdad de las ideas consiste precisamente en la FUERZA DE LOS ARGUMENTOS y en las razones que se exponen. Y creo que esto lo entendemos todos. Y, por otro lado, eso es lo que humildemente he intentado hacer desde mi punto de vista. Repito: desde el mayor respeto a todas las personas, desde mi mejor buena voluntad, y desde el profundo amor que le tengo a Aledo, nuestro pueblo.
Por otro lado, no creo que ninguno de los que hemos expresado nuestra opinión al respecto, hemos sentido a Aledo como una propiedad personal. Al menos yo NO, ¡ni mucho menos! Ya sé que Aledo es de los aledanos, de todos, y yo soy un aledano más. Sólo eso. Y no creo que opinar sobre una cosa sea sinónimo de apropiarse de esa cosa. Por ejemplo: si uno opina sobre la guerra de Irak, no por eso se está apropiando del país de Irak, y si uno opina sobre el sabor de la cocacola no por eso está dando a entender que es dueño de esa multinacional. Creo que esto también lo entendemos todos. Si opinamos sobre cosas de Aledo, es porque queremos a Aledo y nos preocupa su futuro. Nada más, y ¡nada menos! Por eso, todos los que opinamos sobre Aledo es porque lo queremos, y porque lo queremos nos preocupa. Si alguien no quiere a Aledo, no opinaría y le daría todo igual; y si opina, es porque lo quiere y le preocupan sus cosas. Por esta simple, pero poderosa razón, es por la que todos opinamos.
Tampoco yo quiero que nadie se vaya de Aledo (ni grandes ni chicos). Es más, quisiera, y ojalá pudiera ser, que todos los aledanos que están fuera volvieran aquí, y pudiéramos estar todos juntos en nuestro querido pueblo. Ahora bien, una de mis dudas, que ya expresé anteriormente, es si con esta ciudad nueva que se va a hacer aquí en el pueblo, todos esos problemas quedarán solucionados, y hasta qué punto será así, y a qué precio, suponiendo que sea así. Ya sé que ninguno sabemos el futuro, ni podemos adivinar nada, pero no por ello podemos dejar de opinar (siempre con respeto y con buena voluntad), porque "hablando es como se entiende la gente", y opinando y argumentando es como se llega a la verdad. Un ejemplo: tampoco los científicos estuvieron presentes cuando se formó el universo, porque hace miles de millones de años, y no por eso dejan de investigar, opinar y hacer teorías. Otro ejemplo: tampoco sabemos si estaremos vivos para el carnaval que viene, y no por ello dejamos de hacer planes y de preparar lo que vamos a hacer. Es decir, no sabemos el futuro, pero podemos opinar sobre él.
Otra cosa. Alguien dijo que "el que no conoce su historia está condenado a repetirla". Lo digo por lo siguiente. Después de la reconquista a los árabes (como todos sabemos), ya en tiempos de paz, los habitantes de Aledo se fueron bajando a la llanura buscando mejores sitios para cultivar (pues ya no había árabes), y así se formó Totana, la cual fue creciendo cada vez más, y Aledo menguando también cada vez más. Hasta el punto de que el ayuntamiento también se bajó y se instaló en el pueblo vecino, y Aledo se quedó casi vacío. De tal forma que el municipio era uno solo y se llamaba conjuntamente Aledo y Totana. Hasta que en el siglo XVIII (si no me equivoco) se produjo la separación y se independizaron, y Aledo se quedó con un término municipal pequeño (como su población), que se ha mantenido casi de milagro hasta hoy. Ojalá que la historia no se vuelva a repetir. Pero no es tan descabellado pensar (como una posibilidad de futuro, claro, sólo posibilidad) que, con la nueva ciudad que se va a construir aquí, la población pudiera irse yendo a la ciudad vecina (con todo derecho, por supuesto, nadie lo niega), y el pueblo (el verdadero Aledo) se pudiera quedar vacío, pues no sabemos si subsistiría (el pueblo con todo lo que ello lleva consigo, que es eso, todo). ¿Estaremos obligados a repetir nuestra historia? Yo no lo sé. Ya digo que expreso algunas de mis dudas y preguntas, sólo opino, no adivino, pero creo que podemos opinar.
No cabe duda que, ante todo, y aunque podamos discrepar en algunas ideas (sólo en algunas), todos somos aledanos y queremos a nuestro pueblo, y todos queremos lo mejor para Aledo, y Aledo somos todos nosotros, y por eso todos opinamos, con respeto y con buena voluntad. Un saludo amistoso para mi amigo J.C., y para todos,
E.U.S.S.
Respecto al mensaje que hace 6 por debajo de éste. Como dice mi amigo J.C., tampoco yo, ¡jamás!, he opinado con intención de ofender a nadie. Creo que esto ha quedado siempre claro (y ahí están los escritos para comprobarlo). Como J.C., siempre he opinado desde el mayor respeto y desde la mejor buena voluntad del mundo, y desde el profundo amor y enorme veneración que le tengo a nuestro pueblo, Aledo, que no es ni mayor ni menor que el que le tenemos todos los aledanos, es simplemente como el de todos. Y precisamente, porque quiero con locura a Aledo (como todos, supongo), es por lo que me preocupan sus problemas, como me alegran sus alegrías. Y como afirma mi amigo J.C., si en algún momento alguien haya podido sentirse ofendido por cualquier cosa que he dicho (aunque creo no haber dado motivo para ello, en absoluto) pido, no obstante, perdón.
Ahora bien. Para opinar, siempre que se haga con respeto a todas las personas y con buena voluntad (repito), creo que no sea necesario meterse en política ni poner un tarot ni cosas de esas (por favor). Creo que todos podemos expresar nuestra opinión y nuestras ideas (con respeto), siempre y cuando se tengan argumentos y sean razonadas. Yo no intento convencer a nadie, sólo quiero, como ya he dicho en varias ocasiones, expresar humildemente mi opinión, o más bien mis dudas y preguntas al respecto del tema que se ha tratado. Y para ello ofrezco mis argumentos y mis razones; que, por cierto, todo sea dicho, hasta ahora nadie ha podido responder a mis preguntas y dudas, y tampoco nadie ha rebatido mis argumentos (con otros argumentos, se entiende; porque para hablar por hablar no hacen falta argumentos, claro). Porque la fuerza y la verdad de las ideas consiste precisamente en la FUERZA DE LOS ARGUMENTOS y en las razones que se exponen. Y creo que esto lo entendemos todos. Y, por otro lado, eso es lo que humildemente he intentado hacer desde mi punto de vista. Repito: desde el mayor respeto a todas las personas, desde mi mejor buena voluntad, y desde el profundo amor que le tengo a Aledo, nuestro pueblo.
Por otro lado, no creo que ninguno de los que hemos expresado nuestra opinión al respecto, hemos sentido a Aledo como una propiedad personal. Al menos yo NO, ¡ni mucho menos! Ya sé que Aledo es de los aledanos, de todos, y yo soy un aledano más. Sólo eso. Y no creo que opinar sobre una cosa sea sinónimo de apropiarse de esa cosa. Por ejemplo: si uno opina sobre la guerra de Irak, no por eso se está apropiando del país de Irak, y si uno opina sobre el sabor de la cocacola no por eso está dando a entender que es dueño de esa multinacional. Creo que esto también lo entendemos todos. Si opinamos sobre cosas de Aledo, es porque queremos a Aledo y nos preocupa su futuro. Nada más, y ¡nada menos! Por eso, todos los que opinamos sobre Aledo es porque lo queremos, y porque lo queremos nos preocupa. Si alguien no quiere a Aledo, no opinaría y le daría todo igual; y si opina, es porque lo quiere y le preocupan sus cosas. Por esta simple, pero poderosa razón, es por la que todos opinamos.
Tampoco yo quiero que nadie se vaya de Aledo (ni grandes ni chicos). Es más, quisiera, y ojalá pudiera ser, que todos los aledanos que están fuera volvieran aquí, y pudiéramos estar todos juntos en nuestro querido pueblo. Ahora bien, una de mis dudas, que ya expresé anteriormente, es si con esta ciudad nueva que se va a hacer aquí en el pueblo, todos esos problemas quedarán solucionados, y hasta qué punto será así, y a qué precio, suponiendo que sea así. Ya sé que ninguno sabemos el futuro, ni podemos adivinar nada, pero no por ello podemos dejar de opinar (siempre con respeto y con buena voluntad), porque "hablando es como se entiende la gente", y opinando y argumentando es como se llega a la verdad. Un ejemplo: tampoco los científicos estuvieron presentes cuando se formó el universo, porque hace miles de millones de años, y no por eso dejan de investigar, opinar y hacer teorías. Otro ejemplo: tampoco sabemos si estaremos vivos para el carnaval que viene, y no por ello dejamos de hacer planes y de preparar lo que vamos a hacer. Es decir, no sabemos el futuro, pero podemos opinar sobre él.
Otra cosa. Alguien dijo que "el que no conoce su historia está condenado a repetirla". Lo digo por lo siguiente. Después de la reconquista a los árabes (como todos sabemos), ya en tiempos de paz, los habitantes de Aledo se fueron bajando a la llanura buscando mejores sitios para cultivar (pues ya no había árabes), y así se formó Totana, la cual fue creciendo cada vez más, y Aledo menguando también cada vez más. Hasta el punto de que el ayuntamiento también se bajó y se instaló en el pueblo vecino, y Aledo se quedó casi vacío. De tal forma que el municipio era uno solo y se llamaba conjuntamente Aledo y Totana. Hasta que en el siglo XVIII (si no me equivoco) se produjo la separación y se independizaron, y Aledo se quedó con un término municipal pequeño (como su población), que se ha mantenido casi de milagro hasta hoy. Ojalá que la historia no se vuelva a repetir. Pero no es tan descabellado pensar (como una posibilidad de futuro, claro, sólo posibilidad) que, con la nueva ciudad que se va a construir aquí, la población pudiera irse yendo a la ciudad vecina (con todo derecho, por supuesto, nadie lo niega), y el pueblo (el verdadero Aledo) se pudiera quedar vacío, pues no sabemos si subsistiría (el pueblo con todo lo que ello lleva consigo, que es eso, todo). ¿Estaremos obligados a repetir nuestra historia? Yo no lo sé. Ya digo que expreso algunas de mis dudas y preguntas, sólo opino, no adivino, pero creo que podemos opinar.
No cabe duda que, ante todo, y aunque podamos discrepar en algunas ideas (sólo en algunas), todos somos aledanos y queremos a nuestro pueblo, y todos queremos lo mejor para Aledo, y Aledo somos todos nosotros, y por eso todos opinamos, con respeto y con buena voluntad. Un saludo amistoso para mi amigo J.C., y para todos,
E.U.S.S.