Y no me gustaria creer que los aledanos que vivímos fuera apoyamos esta barbaridad, nosotros que el sabado por la tarde vamos a pasear por los centros comerciales a falta de hacerlo por el campo o la sierra, que salimos del trabajo a casa y de casa al trabajo, y así de semana en semana hasta que llegan unos festivos que nos permiten acercarnos a Aledo y vivir su calma y tranquilidad y su olor a pan recien hecho, a torta de pimiento molio, y a leña de la lumbre, y encontrarnos con esos vecinos con los que nos paramos a hablar y a los que se les puede pedir un favor, y que de vez en cuando te acercan unos tomates o unas uvas para que te lleves cuando e vayas...
Nosotros que vemos la contaminación, la delincuencia, el pasotismo de la gente que nos rodea, en fin...
Nosotros que vemos la contaminación, la delincuencia, el pasotismo de la gente que nos rodea, en fin...