Me gustaría dejar constancia en el foro del pueblo del mal trato recibido hacia mi persona por el párroco del pueblo, Don Antonio. Soy una chica joven, católica practicante (que hoy en día es muy difícil de ver) que ha decidido unirse en matrimonio con una persona también católica practicante para formar una familia y vivir el amor que nos tenemos bajo una unidad. mi problema o desilusión fue con decidí ponerme en contacto con el párroco de la Iglesia (ya que ha sido una de las Iglesias que desde que la vi hace años y me enamoró siempre pensé que sería la Iglesia donde me gustaría casarme) para pedirle permiso para casarme y de muy malas maneras me dijo que una norma suya era no casar a gente que no fuera feligrés suyo ya que él no pensaba hacer un trabajo extra. Me parece una indiscriminación por parte del párroco el no querer casar a gente perteneciente a otra Iglesia, yo creo que todo el mundo tiene derecho a casarse donde quiera, nadie se lo puede prohibir. Y ahora mi pregunta como profesora de religión en un centro católico es: ¿con que cara voy yo mañana a mis alumnos y les motivo e animo para que crean en la Iglesia cuando a mi se me ha negado el derecho a casarme en un sitio? ¿es de verdad la Iglesia como nos la cuentan? yo solo se que no me casaré en Villanueva de la Cañada pero esto no se va a quedar así.