VICALVARO: SOÑABA CON VER LA HOGUERA, EN LA NOCHE DE SAN JUAN...

SOÑABA CON VER LA HOGUERA, EN LA NOCHE DE SAN JUAN DE VICALVARO.

Aquel año de 1968, soñaba José, con ver la hoguera de San Juan de Vicalvaro, acababa de llegar del servicio militar, empezaba a ser un hombre libre, y aquella calurosa noche, le adentraba en el barrio donde vivía su hermana mayor, ya casada y con un hermoso hijo, que les acompañaría sin pensarlo dos veces, marcharon para ver quemar la hermosa hoguera, echa con muebles y maderas viejas, el espíritu de verse en tan divertido ambiente, hicieron que José se sintiera agusto, entre aquella multitud, que en su mayoría eran emigrantes, venidos de diferentes provincias españolas, San Juan de Vicalvaro, era una mezcla de provincias y de acentos regionales, pero nada impedía que el baile y la fiesta fueran pura armonía. La música sonaba con fuerza en aquel recinto, donde se amontonaba el personal, buscando amigos y vecinos para sentirse mucho más acompañados. De pronto José escucho como sonaba, una canción que la llevaba dentro del alma, era su titulo,” Ciudad solitaria”. Sus manos temblaron de emoción, al escuchar aquella letra que tanto le decía, los recuerdos de su villa le vinieron a la mente, sin poderlo evitar, sus pensamientos se marcharon buscando aquella joven, que quizá se llego a casar antes de el haberse licenciado, y poder empezar su vida civil. La letra de la canción lo decía todo, el era un enamorado de aquella joven, y en aquel momento la ciudad para el estaba solitaria, miraba a su alrededor, mucha gente joven con ganas de fiesta, muchas miradas que se cruzaban sin ni siquiera conocerse de nada, la música seguía sonando entre aquella multitud, sin apenas decir nada a nadie, agarro a su sobrino por la mano, y le comento al oído, Javi, tu tienes alguna chavala que sea tu novia, a lo que su sobrino le contesto que de momento no tenia ninguna novia, el chaval tan solo tenia siete años, los dos se reían sin poder contener tan simpática expresión. El baile verbena, estaba muy animado, a las tres de la madrugada de aquel día víspera de fiesta, la gente parecía no tener ninguna prisa, Vicalvaro, empezaba a ser una ciudad dormitorio de ese Madrid que entonces se empezaba a extender sin conocer ninguna barrera, tenia dos autobuses que comunicaban con la ciudad de Madrid, uno era el P, 6, y el otro uno de la EMT, que empezaba por aquellas fechas su trayecto desde Canillejas, Aquella noche San Juan derrochaba armonía, sus gentes eran vecinos llenos de ilusiones nuevas, y entre ellos José se sentía agusto y contento, aunque con su mente en otro lugar, Al terminar la noche y su embrujo, marcharon de vuelta al hogar de su hermana en el camino de Las Cruces, entonces ciudad del Sol, José quería olvidar aquel pasado juvenil, donde el amor que el sentía por una joven fue traicionado y olvidado por ella. La sonrisa le brotaba por sus labios al ver a su sobrino, como aguantaba la fiesta con tan poca edad. El día siguiente fue normal dentro de la fiesta, todo transcurrió de una manera festiva, los recuerdos se empezaban a olvidar, y las palabras de otras personas se dejaban notar en aquel ambiente de querer abrirse camino en los difíciles pasos de una ciudad que empezaba a ser el hogar de muchísima gente, La noche de San Juan había sido el motivo para empezar una nueva vida, con su nuevo recorrido, Vicalvaro, o como algunos entonces le llamaban (Vicalbarro), tenia su fabrica de cemento, que algunas mañanas hacia que los coches que entonces dormían en la calle, aparecieran blancos de polvo de cemento, sus comunicaciones eran malas, pero la fuerza de progresar de sus vecinos hicieron un hermoso barrio lleno de futuro. Donde las personas empezaron a sentirse mucho más unidas, en aquellos tiempos donde la libertad se estaba esperando, y que años más tarde se llegó a conocer y vivir. Mi saludo aquellos vecinos que supieron estar a la altura de tales circunstancias, G X Cantalapiedra. 24 - 6 - 2015