PANTANO DE SAN JUAN
Construido en 1.948 para abastecer de agua y electricidad el suroeste de Madrid, el Pantano de San Juan constituye uno de los recursos recreativos y turísticos más importantes del municipio. Es el único embalse de la Comunidad de Madrid que está autorizado para el baño, por eso está considerado como la Playa de Madrid. A lo largo de sus 14 Kms. De playas el visitante puede disfrutar de refrescantes baños, rodeados de un entorno natural privilegiado o divertirse practicando deportes náuticos como el piragüismo, surf, o sky acuático. Las principales zonas recreativas son las denominadas "Virgen de la Nueva" y "el muro", ambas cuentan con kioscos y en la última hay instaladas empresas de alquiler de embarcaciones.
Sus aguas esconden desde hace casi medio siglo dos edificios históricos que fueron muy importantes para nuestros antepasados: la originaria ermita de la Virgen de la Nueva y el puente románico que unía el municipio con el privilegiado monte de Las Cabreras. Cuando las aguas anegaron la ermita, los fieles construyeron un nuevo edificio de culto muy próximo a la edificación original, a los pies del cerro del Almoclón.
Construido en 1.948 para abastecer de agua y electricidad el suroeste de Madrid, el Pantano de San Juan constituye uno de los recursos recreativos y turísticos más importantes del municipio. Es el único embalse de la Comunidad de Madrid que está autorizado para el baño, por eso está considerado como la Playa de Madrid. A lo largo de sus 14 Kms. De playas el visitante puede disfrutar de refrescantes baños, rodeados de un entorno natural privilegiado o divertirse practicando deportes náuticos como el piragüismo, surf, o sky acuático. Las principales zonas recreativas son las denominadas "Virgen de la Nueva" y "el muro", ambas cuentan con kioscos y en la última hay instaladas empresas de alquiler de embarcaciones.
Sus aguas esconden desde hace casi medio siglo dos edificios históricos que fueron muy importantes para nuestros antepasados: la originaria ermita de la Virgen de la Nueva y el puente románico que unía el municipio con el privilegiado monte de Las Cabreras. Cuando las aguas anegaron la ermita, los fieles construyeron un nuevo edificio de culto muy próximo a la edificación original, a los pies del cerro del Almoclón.
