Se inicia desde entonces un intensísimo descenso poblacional por emigración que llevará a los 48 habitantes de 1991. De forma paralela se produce la práctica desaparición de la producción agropecuaria y la extensión de la superficie de bosque debido a las repoblaciones realizadas por ICONA en los montes. El abandono de numerosas viviendas tradicionales y la construcción de residencias secundarias ha modificado la configuración del pueblo.