Procesión - J. Medinacili, MADRID

Pero aun entonces puedes confiar
Que tú eres un camino eterno y abierto,
Que tú eres un día luminoso,
Que en tu alma no hay estaciones,
Sólo las hay en tu mente,
Que hasta en el desierto
Más árido y seco hay una flor,
Que las lágrimas, como el agua,
Dan vida y fecundidad,
Que tú eres el mejor amigo de ti mismo.