Calle Segovia, tejados, MADRID

! Hay la felicidad, mi querida segoviana! ¿Que mortal no anhela caer en sus brazos? Sucede, que sentirse bien con uno mismo, entregar o recibir, puede dar lugar a este sentimiento... largo o breve. Un hecho lejano puede dar lugar recodándolo, a esa felicidad... que se desvanece, por ser del pasado, y por tanto no duradera. Los caminos que andamos a lo largo de nuestras vidas, propician, buenos y malos momentos, y, despues de un hecho desgraciado, puede venir la calma y sentirse uno feliz... Solo...