La
estatua de bronce obra de Solá fue fundida en Roma y llegó a
Madrid en 1835. Presenta la figura del literato con una pierna derecha ligeramente doblada, sujetando un manojo de documentos con su mano derecha y apoyando la izquierda en el pomo de su espada; viste gregüescos, un chaleco abotonado, lechuguilla y capa corta.