El
Puente de
Segovia es un puente de estilo renacentista construido en 1584, obra del arquitecto Juan de Herrera. Se caracteriza por el uso de sillares almohadillados de granito y sus nueve ojos con
arcos de medio punto.
Es el puente más antiguo de la ciudad y uno de sus accesos principales, habiendo sido modificado en diversas remodelaciones a lo largo de los años. Actualmente incorpora accesos laterales en forma de
escaleras y permite la circulación tanto de vehículos como personas.
Dirigiendo la mirada hacia el noreste, se aprecian vistas panorámicas de la
Catedral de la Almudena y el
Palacio Real, enmarcados por la ribera del Manzanares y los
Jardines de la
Virgen del
Puerto y del
Campo del Moro.