San Jerónimo el Real, conocido popularmente como Los Jerónimos, fue uno de los
monasterios más importantes de
Madrid. Junto a él existía el llamado Cuarto Real, luego ampliado como
Palacio del Buen
Retiro en tiempos de Felipe IV. Del primitivo
edificio subsisten actualmente la
iglesia y un
claustro, a espaldas del
Museo del Prado. El claustro sufrió un progresivo deterioro a lo largo del siglo XIX y tras un acuerdo con las autoridades eclesiásticas, fue recuperado e incorporado al Museo del Prado como parte de la ampliación diseñada por el arquitecto Rafael Moneo.