Son dos
ermitas similares que desde 1929 se han especializado en dos vertientes: una de ellas ofrece al público las decoraciones murales obra de Francisco de Goya (siendo además
museo y panteón del pintor), mientras que la otra está habilitada sólo para el culto religioso.
Desde el siglo XIX se celebra en sus cercanías la verbena de
San Antonio de la Florida cada 13 de junio, considerada popularmente una de las primeras verbenas del año, que con el tiempo se han ido convirtiendo de
romería en verbena. Verbena que ejecuta todavía el ritual de los trece alfileres, así como la recogida de panes del
santo. Estas dos ermitas, junto con la de San Isidro y de la
Virgen del
Puerto (convertida en
iglesia rectoral) son las únicas supervivientes en
Madrid a comienzos del siglo XXI.