Lector en la plaza de la Paja, MADRID

Lector en la plaza de la Paja.
A los pies del Palacio de los Vargas, podemos percibir la silueta de un hombre sentado en un banco, que de lejos podemos confundirle con la de una persona real.
El dedo índice del “Hombre Sentado” apunta a un titular de un periódico que dice: “Madrid lo rehabilitamos entre todos”... y allí sigue este Hombre, de apariencia tranquila, leyendo el periódico en una de las plazas con más encanto de la ciudad.
Esta obra la realizó Félix Hernando en 1997.

Plaza de la Paja.
La plaza se encuentra en el llamado Madrid de los Austrias, en la antigua morería, centro histórico de la capital. Es uno de los rincones más singulares de la época medieval, en ese Madrid de La Latina y castizo.
La atraviesa de norte a sur la costanilla de San Andrés, próxima a la calle de Segovia, y en ella confluyen diferentes vías de trazado medieval: por el este desemboca la calle del Príncipe de Anglona y por el oeste las calles de Alamillo, del Toro, Alfonso VI y de la Redondilla.
Durante los siglos XIII y el XIV, la plaza fue el gran mercado de Madrid. Entró en decadencia a partir del siglo XV, cuando el rey Juan II de Castilla ordenó construir la plaza del Arrabal (la plaza Mayor en la actualidad), a donde se desplazó la actividad comercial de la villa.
En su entorno estaban situados diferentes palacios, de los que sólo se conserva hoy día el Palacio de los Vargas.
La plaza toma este nombre porque en ese lugar se subastaba la paja que se otorgaba a los capellanes de la vecina capilla del Obispo para el mantenimiento de las mulas que poseían.