Entre 1967 y 1973, se realizó la actual reforma donde se volvió a colocar la primitiva
portada churrigueresca en el
rincón que da a la
plaza de las Descalzas.
Una más de las barbaridades contra el patrimonio
artístico de
Madrid que se comenten en los años 60 y 70 del siglo XX y nos ha privado de la portada renacentista.