Pintura mural al fresco, fue encargada hacia 1085 por Alfonso VI posiblemente en honor de su esposa francesa, la reina Constanza. La pintura fue descubierta en 1625, oculta detrás del
retablo mayor de la
iglesia de
Santa María. Después de la demolición de esta iglesia, pasó a la iglesia del Sacramento y en 1911 se trasladó a la Cripta en el lugar que actualmente ocupa. En 1841 se fundó la Congregación de Nuestra Señora de la
Flor de Lis, aprobada por la reina Isabel II en 1848.