Las
calles transversales, Carnero, Mira el
Río Alta, Mellizo, donde abundan los
comercios de muebles y “restos del naufragio”, son un auténtico despliegue de la más variada cacharrería. La Ribera de Curtidores es la Gran
Vía de El Rastro, donde confluyen las multitudes. Comienza en la
Plaza de Cascorro, el héroe popular tan bien avenido con el
barrio y termina en la Ronda de
Toledo.