Actividades que han quedado reflejadas en el callejero madrileño:
calles del Carnero, Cabestreros, Ribera de Curtidores (denominada por entonces
calle de Tenerías), etc. estamos en la Calle del Carnero. El nombre de “Rastro” se origina porque al transportar arrastrando las reses, ya muertas y aún sin desollar, desde el matadero, cercano al
río Manzanares hasta las curtidurías, se dejaba un rastro de sangre aumentado por el desnivel de Ribera de Curtidores.