Manuela Malasaña | 1791 – 1808, MADRID

Pocos hipsters de los que pululan por el antiguo barrio Maravillas conocen la historia de la valerosa mujer que da nombre a esta zona desde los años 80 del siglo XX. Manuela era hija de un vallecano de origen francés llamado Jean Malesange. Este honrado panadero tenía su tahona en la calle Divino Pastor, a escasos metros del famoso cuartel de Monteleón, donde Daoíz y Velarde trataron de resistir la carga de las tropas de Napoleón durante el 2 de mayo de 1808. Manuela trabajaba en un taller de costura en la calle de San Andrés. Su plácida vida iba a dar un giro de 360º aquel 2 de mayo. Cuando se iniciaron las revueltas, se encontraba en su lugar de trabajo. Su jefa la mantuvo a buen recaudo en el taller hasta que cesaron los sonidos traicioneros de las balas. Al caer la noche, Manuela se aventuró por aquel barrio convertido en zona de guerra.
Pocos pasos después se encontró con una patrulla francesa. Ese momento se debate entre la leyenda y la historia. Hay quien afirma que la tropa napoleónica intentó violar a la pobre muchacha y que se defendió con unas tijeras de costurera. También es posible que los franceses la detuvieran simplemente por portar esas tijeras consideradas como arma. Aunque otra versión apunta que murió en el sitio galo al cuartel mientras suministraba munición a su padre. Lo único que es irrefutable es que el 2 de mayo fue ejecutada junto a más de 400 personas. Su historia mereció una calle en el barrio Maravillas, que los modernos de los 80 llenaron de cultura y ocio nocturno. Poco a poco se fue extendiendo la costumbre de referirse a este barrio epicentro de cultura castiza por el nombre de esta heroína.