La
casa de Cisneros es una de las más antiguas que quedan en la ciudad, construida en 1537 cuando en el lado norte de la
plaza todavía existía la
iglesia
de
San Salvador. Fue mandada levantar por Benito Jiménez de Cisneros, sobrino del célebre Cardenal Cisneros, Arzobispo de
Toledo y gobernador interino
del reino de Castilla por incapacidad de la reina Juana la Loca.