El
edificio que alberga el
Museo del Prado fue concebido inicialmente por José Moñino y Redondo, conde de Floridablanca y primer Secretario de Estado del rey Carlos III,
como Real Gabinete de
Historia Natural, en el marco de una serie de instituciones de carácter científico para la reurbanización del
paseo llamado
Salón del Prado. Con este fin,
Carlos III contó con uno de sus arquitectos preferidos, Juan de Villanueva. Las obras de construcción se desarrollaron durante los reinados de Carlos III y Carlos IV, quedando
el edificio prácticamente finalizado a principios del siglo XIX.