La granada, por sus numerosas semillas, siempre ha sido un signo de abundancia, riqueza y fertilidad. Una leyenda sobre la Pasión, algunos pasajes de la Biblia, y célebres pinturas la transforman en una especie de “fruto de Dios”.
Una leyenda cuenta que Jesús subía fatigosamente la vía del Calvario, llevando a los hombros la pesada cruz. De su frente, atravesada por la corona de espinas, caían gotas de sangre. Junto a él caminaba la Madre, junto a otras piadosas mujeres.