Hace tiempo se decía que los niños nacían con un pan bajo del brazo, ahora, sin embargo, los más pequeños se puede decir que nacen con un móvil, una tablet o una videoconsola bajo él. Y es que las nuevas generaciones muestran conocimientos tecnológicos desde la cuna.
Esta pericia a la hora de manejar la tecnología tiene muchas partes positivas, ya que el ser nativo digital permite a los pequeños adaptarse a los cambios del mundo más más rápido. Pero no es oro todo lo que reluce que los más pequeños manejen todo tipo de aparatos tecnológicos a la perfección. Esto, que a priori puede parecer muy positivo, se puede convertir en una tecnoadicción si no se controla y se establecen unos límites al uso de dispositivos tecnológicos.
Esta pericia a la hora de manejar la tecnología tiene muchas partes positivas, ya que el ser nativo digital permite a los pequeños adaptarse a los cambios del mundo más más rápido. Pero no es oro todo lo que reluce que los más pequeños manejen todo tipo de aparatos tecnológicos a la perfección. Esto, que a priori puede parecer muy positivo, se puede convertir en una tecnoadicción si no se controla y se establecen unos límites al uso de dispositivos tecnológicos.
Las verdades tienen problemas para salir adelante, aunque siempre se abrirán camino.