Nuestro alcalde se ha cargado las fiestas que no son ni la sombra de lo que fueron hace no tantos años (8 ó 10... Su mejor momento). Sin inversión, han pasado de ser un momento de encuentro y de referencia para una juventud participativa e involucrada, a ser un momento...Chino y botellón. Gracias Alcalde, ya no tengo que invitar a nadie a casa en verano para conocer las fiestas de mi pueblo.