DÍA – 30 – 11 – 2025:
Una amiga me contaba:
que al llegar estas fechas de Navidad la invade una tristeza infinita, no podía evitarlo, durante todo el mes de diciembre, una y otra vez soñaba con todas las personas que habían dado sentido a su vida, el sueño era tan real que no entendía como al despertar todo era eso un sueño, al parecer el que más se le repetía era el de su abuela materna.
Ella piensa que eso es debido a que la abuela le contó cómo había sido su vida, esta niña no tenía la edad suficiente para asimilar lo dura que puede ser la existencia al criarse sin madre.
La historia es esta, en un pueblo pequeño, vivía un matrimonio como tantos otros dependiendo del jornal del padre, tenían dos hijas, los cuatro formaban una familia, muy unida, la madre para ayudar en la economía familiar trabajaba cuidando a una señora, con lo poco que la daban y lo de su marido podían salir adelante. Pero la madre murió muy joven, el padre se vio perdido sin saber que hacer con dos niñas pequeñas, decidió casarse, algo que para las pequeñas fue negativo, el padre pasaba el día en el campo, cuando llegaba a casa la mujer siempre se quejaba de las niñas, instigándole a que las castigara, así todos los días, lo peor fue cuando tuvieron otra niña, esta señora no paro hasta que el padre hecho a las niñas de casa, de la noche a la mañana las pequeñas se vieron en la calle, algunos familiares las recogieron hasta que pudieron trabajar, poco podían hacer con tan corta edad, estamos hablando de unas niñas de cinco y seis años, al final se hizo cargo la señora donde estuvo su madre, estuvieron allí hasta que se casarón, trabajaron muchísimo pero tenían un techo.
En ese tiempo esto no era de extrañar, se entiende porque tienen tan mala fama las madrastras. Algo injusto porque no todas son tan malvadas, el que pasara esto tenían mucha culpa los hombres por no enterarse de lo que pasaba en su casa.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.
Una amiga me contaba:
que al llegar estas fechas de Navidad la invade una tristeza infinita, no podía evitarlo, durante todo el mes de diciembre, una y otra vez soñaba con todas las personas que habían dado sentido a su vida, el sueño era tan real que no entendía como al despertar todo era eso un sueño, al parecer el que más se le repetía era el de su abuela materna.
Ella piensa que eso es debido a que la abuela le contó cómo había sido su vida, esta niña no tenía la edad suficiente para asimilar lo dura que puede ser la existencia al criarse sin madre.
La historia es esta, en un pueblo pequeño, vivía un matrimonio como tantos otros dependiendo del jornal del padre, tenían dos hijas, los cuatro formaban una familia, muy unida, la madre para ayudar en la economía familiar trabajaba cuidando a una señora, con lo poco que la daban y lo de su marido podían salir adelante. Pero la madre murió muy joven, el padre se vio perdido sin saber que hacer con dos niñas pequeñas, decidió casarse, algo que para las pequeñas fue negativo, el padre pasaba el día en el campo, cuando llegaba a casa la mujer siempre se quejaba de las niñas, instigándole a que las castigara, así todos los días, lo peor fue cuando tuvieron otra niña, esta señora no paro hasta que el padre hecho a las niñas de casa, de la noche a la mañana las pequeñas se vieron en la calle, algunos familiares las recogieron hasta que pudieron trabajar, poco podían hacer con tan corta edad, estamos hablando de unas niñas de cinco y seis años, al final se hizo cargo la señora donde estuvo su madre, estuvieron allí hasta que se casarón, trabajaron muchísimo pero tenían un techo.
En ese tiempo esto no era de extrañar, se entiende porque tienen tan mala fama las madrastras. Algo injusto porque no todas son tan malvadas, el que pasara esto tenían mucha culpa los hombres por no enterarse de lo que pasaba en su casa.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.