ANOCHE CON LOS NERVIOS A FLOR DE PIEL
Anoche sobre las once y media o las doce, los perros de la Urbanización del Picazo ladraban con fuerza, estaban esperando un ataque de la guerrilla de jabalís, como la mayoría de las noches pasadas. El ambiente era tenso, los vecinos esperaban en sus terrazas la llegada de esos animales salvajes, que destrozan sus praderas. El Triki el Podenco ladraba con su instinto de cazador, más había jovenes y mayores con petardos de la fiesta de Hoyo, para arrojarles dichos artefactos, era un tener al barrio despierto, incluso se sentía el eco de las voces de las personas sin dormir, por poder verles en guerrilla a dichos animales, ya que caminan en fila de uno, la noche anterior fue fatal, ya que en silencio levantaron el jardín de delante de una de las piscinas, y el daño aun esta sin reparar, ya es la segunda vez que atacan a dicho jardín. Recuerdo que hace años y últimamente en El Torreón del Pardo, vi como niños y mayores daban de comer fideos y macarrones a dichos animales entre las alambradas, solían venir en camadas de varios jabalís pequeños con su madre, que sin temor se acercaban a dicha alambrada, era como una diversión para todos los humanos, incluso los gamos también se acercaban, aunque El Triki desde que era un perro con dos meses los ladraba, y sacaba sus genes de cazador, Anoche en el último paseo se quería venir a su casa, el ambiente era tenso, se respiraba un miedo a sus destrozos, y a no saber que harían si les atacaban con petardos. Este barrio o Urbanización tiene demasiadas lindes, unas cubiertas de piedra y otras de arbustos unidos, no sé qué solución tendrá este problema que causa miedo a los humanos que aquí pasan todo el año. No hay vara mágica que pueda anular sus visitas violentas, en sus genes están tiempos de hace años, cuando las encinas les daban comida en otoño y sombras en el verano no tan caluroso. Los guerrilleros no tienen hora de entrar en batalla, ni actúan todos los días en el mismo lugar, lo mismo hacen estos jabalís que presienten que les quisieran eliminar como a sus antepasados. Por eso esta noche pasada no atacaron, ya veremos si el barrio se encuentra un poco despistado darán ese ataque a las zonas más cuidadas y verdes que aún no han atacado. Que son pocas, ya que llevan el verano entero dando sus golpes de guerrilla, Digamos son jabalís inteligentes, que esperan su oportunidad para sembrar el desastre en los jardines. G X Cantalapiedra. 27 – 8 – 2025.
Anoche sobre las once y media o las doce, los perros de la Urbanización del Picazo ladraban con fuerza, estaban esperando un ataque de la guerrilla de jabalís, como la mayoría de las noches pasadas. El ambiente era tenso, los vecinos esperaban en sus terrazas la llegada de esos animales salvajes, que destrozan sus praderas. El Triki el Podenco ladraba con su instinto de cazador, más había jovenes y mayores con petardos de la fiesta de Hoyo, para arrojarles dichos artefactos, era un tener al barrio despierto, incluso se sentía el eco de las voces de las personas sin dormir, por poder verles en guerrilla a dichos animales, ya que caminan en fila de uno, la noche anterior fue fatal, ya que en silencio levantaron el jardín de delante de una de las piscinas, y el daño aun esta sin reparar, ya es la segunda vez que atacan a dicho jardín. Recuerdo que hace años y últimamente en El Torreón del Pardo, vi como niños y mayores daban de comer fideos y macarrones a dichos animales entre las alambradas, solían venir en camadas de varios jabalís pequeños con su madre, que sin temor se acercaban a dicha alambrada, era como una diversión para todos los humanos, incluso los gamos también se acercaban, aunque El Triki desde que era un perro con dos meses los ladraba, y sacaba sus genes de cazador, Anoche en el último paseo se quería venir a su casa, el ambiente era tenso, se respiraba un miedo a sus destrozos, y a no saber que harían si les atacaban con petardos. Este barrio o Urbanización tiene demasiadas lindes, unas cubiertas de piedra y otras de arbustos unidos, no sé qué solución tendrá este problema que causa miedo a los humanos que aquí pasan todo el año. No hay vara mágica que pueda anular sus visitas violentas, en sus genes están tiempos de hace años, cuando las encinas les daban comida en otoño y sombras en el verano no tan caluroso. Los guerrilleros no tienen hora de entrar en batalla, ni actúan todos los días en el mismo lugar, lo mismo hacen estos jabalís que presienten que les quisieran eliminar como a sus antepasados. Por eso esta noche pasada no atacaron, ya veremos si el barrio se encuentra un poco despistado darán ese ataque a las zonas más cuidadas y verdes que aún no han atacado. Que son pocas, ya que llevan el verano entero dando sus golpes de guerrilla, Digamos son jabalís inteligentes, que esperan su oportunidad para sembrar el desastre en los jardines. G X Cantalapiedra. 27 – 8 – 2025.