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HOYO DE MANZANARES: CUANDO LOS BURROS REBUZNAN...

CUANDO LOS BURROS REBUZNAN
Esta mañana temprano pude llegar hasta una granja de animales en Hoyo de Manzanares, La verdad que es un camino rodeando El Picazo, y esta mañana antes de las ocho estaba concurrido ese camino de sierra, esos burros les escucho muchas noches y aun más de madrugada, se por experiencia que los burros para que les den de comer algo más, suelen rebuznar, y sus rebuznos se escuchan a más de un kilómetro, esta mañana para que el Triki el Podenco, les pudiera ver de cerca, intente imitar su rebuzno, y el burro Cano vino andando hasta la valla de alambres doble, para ver de cerca al Triki, que no paraba de ladrarle, y el burro Cano le miraba con ojos de lastima, y pude ver sus ojos que estaban siendo atacados por moscas, mientras El Cano nos miraba con atención, se daba cuenta el burro que yo conocía su forma de expresarse, y cuando nos despedimos su mirada sentida de animal en cautiverio, aunque tenga un buen trozo de sierra donde puede caminar, se quedó pensativo, sabe el Burro Cano, que me agrada el verle, y al Triki aunque le ladre le gusta ver a esos animales domésticos que hacen mucho bien sobre los niños, Pude comprobar después de marcharme de allí, que estaban llegando muchas personas con perros para pasearles entre las encinas viejas de esa sierra de Madrid, el camino o sendero pedregoso le pisaban ciertos perros sueltos, y El Triki que es un podenco machista, a algunos de ellos les quiso atacar, No le deje, aunque el si quisiera enfrentarse a estos perros libres, que quizá sean buenos, pero que cuando vienen de frente imponen un respeto, Es un camino de lobos y jabalís, y las hierbas crecidas por encima de un metro de altura, no te dejan divisar a esos animales salvajes de la Tortuga y El Picazo, y El podenco Triki se pone sobre sus patas traseras para divisar más territorio, y a la vez comprobar que algún animal salvaje le pueda atacar. Ya conoció a un jabalí de unos 70, kilos en la pradera del Picazo, urbanización, y se enfrento sin miedo, este podenco no le asustan ni las víboras del desfiladero de la Güera, junto al Río Ucero, en El Burgo de Osma. Esta mañana como siempre me lo demostró, es un perro valiente, que algún día se llevara una triste lección. Ojalá no tenga un tropiezo malo nunca.
G X Cantalapiedra. 30 – 6 – 2025.