SIN LOS HOYOS NO HAY LADERAS.
Un humano comentaba
en su silla de la sierra,
que en su vida trabajaba
por el amor a esta tierra.
No valen falsas razones,
ni caminos imposibles,
donde existen emociones
los triunfos son admisibles.
Existen hoyos perdidos
que nos les das importancia,
y corazones sentidos
que buscan la extravagancia.
Más Hoyo de Manzanares
tiene sus hoyos queridos,
mientras conserva lugares
que siempre son distinguidos.
Hay picos que son testigos
de esta sierra madrileña,
que no quieren ver castigos
viendo a su gente risueña.
El Picazo contemplando
esas brisas de la sierra,
que parecen ir helando
las horas que nadie entierra.
Hoyos que dejan recuerdos
en los grandes corazones,
donde los vientos más cuerdos
saben dejar emociones.
Cuando brilla la esperanza
en las faldas de la sierra,
se vive cierta templanza
y la mentira se encierra.
G X Cantalapiedra.
Un humano comentaba
en su silla de la sierra,
que en su vida trabajaba
por el amor a esta tierra.
No valen falsas razones,
ni caminos imposibles,
donde existen emociones
los triunfos son admisibles.
Existen hoyos perdidos
que nos les das importancia,
y corazones sentidos
que buscan la extravagancia.
Más Hoyo de Manzanares
tiene sus hoyos queridos,
mientras conserva lugares
que siempre son distinguidos.
Hay picos que son testigos
de esta sierra madrileña,
que no quieren ver castigos
viendo a su gente risueña.
El Picazo contemplando
esas brisas de la sierra,
que parecen ir helando
las horas que nadie entierra.
Hoyos que dejan recuerdos
en los grandes corazones,
donde los vientos más cuerdos
saben dejar emociones.
Cuando brilla la esperanza
en las faldas de la sierra,
se vive cierta templanza
y la mentira se encierra.
G X Cantalapiedra.
