Cardo mariano planta medicinal de Virgen
El Cardo mariano, es una planta espinosa y comestible, siento uno de los remedios más eficaces para el hígado.
Cuenta la tradición que las manchas blancas que caracterizan las hojas de esta planta, fueron producidas por las gotas de leche derramada por la Virgen María cuando estaba amamantando a su pequeño hijo Jesús, e intentaba ocultarlo de la persecución y la letal espada del rey Herodes. Así se originaron las virtudes de este gran aliado natural de la salud hepática, repleto de espinas pero también de cualidades terapéuticas
Cuenta la leyenda que el cardo quedó de ese modo bendecido por el sagrado líquido proveniente del pecho de la Virgen y lleno de efectos protectores y beneficiosos para la salud. Debido a ello, muchas de las denominaciones que recibe esta planta suelen hacer referencia a la leche y a María.
También es llamado "cardo lechero" y tiene su origen en Europa Central y Occidental. De tallo ramoso y robusto, con hojas muy brillantes, grandes y onduladas, la “planta del hígado” se emplea con fines medicinales desde la más remota antigüedad, y aparece ya descrita por sabios como Plinio, Teofrasto y Dioscórides.
No se le conocen efectos tóxicos, incluso si se toma en grandes dosis: algo previsible en una planta casi “llegada del cielo”.
Esta planta espinosa y comestible es uno de los remedios más eficaces para el hígado debido a su riqueza en una sustancia que impide la absorción de los productos tóxicos y estimula la secreción de la bilis. También mejora la circulación sanguínea abdominal y genital, por lo que se usa para tratar las reglas abundantes, hemorroides, varices y hemorragias nasales.
PODEROSO DESINTOXICANTE
Común en los campos de la Europa mediterránea, el silybum marianum, tiene tal efecto protector y reparador del hígado, que es una valiosa ayuda para tratar sus dolencias más severas, como la cirrosis o la hepatitis.
Además, ayuda a neutralizar los estragos causados por la intoxicación debida al alcohol, y combate los efectos de las setas venenosas, incluida la mortal amanita phalloides, la cual contiene la toxina más peligrosa para el hígado que se conoce.
Esta planta es el principal remedio de la herboristería occidental para los desórdenes hepáticos. Se utiliza también para proteger la víscera y regenerar sus células. Se emplea como complemento en el tratamiento de una amplia gama de dolencias y desórdenes, desde cirrosis, esteatosis, hepatitis y colecistopatías, hasta ictericia.
También se puede emplear para limitar los daños que le causa al hígado la quimioterapia del cáncer y para acelerar su recuperación después de este tipo de tratamiento.
El Cardo mariano, es una planta espinosa y comestible, siento uno de los remedios más eficaces para el hígado.
Cuenta la tradición que las manchas blancas que caracterizan las hojas de esta planta, fueron producidas por las gotas de leche derramada por la Virgen María cuando estaba amamantando a su pequeño hijo Jesús, e intentaba ocultarlo de la persecución y la letal espada del rey Herodes. Así se originaron las virtudes de este gran aliado natural de la salud hepática, repleto de espinas pero también de cualidades terapéuticas
Cuenta la leyenda que el cardo quedó de ese modo bendecido por el sagrado líquido proveniente del pecho de la Virgen y lleno de efectos protectores y beneficiosos para la salud. Debido a ello, muchas de las denominaciones que recibe esta planta suelen hacer referencia a la leche y a María.
También es llamado "cardo lechero" y tiene su origen en Europa Central y Occidental. De tallo ramoso y robusto, con hojas muy brillantes, grandes y onduladas, la “planta del hígado” se emplea con fines medicinales desde la más remota antigüedad, y aparece ya descrita por sabios como Plinio, Teofrasto y Dioscórides.
No se le conocen efectos tóxicos, incluso si se toma en grandes dosis: algo previsible en una planta casi “llegada del cielo”.
Esta planta espinosa y comestible es uno de los remedios más eficaces para el hígado debido a su riqueza en una sustancia que impide la absorción de los productos tóxicos y estimula la secreción de la bilis. También mejora la circulación sanguínea abdominal y genital, por lo que se usa para tratar las reglas abundantes, hemorroides, varices y hemorragias nasales.
PODEROSO DESINTOXICANTE
Común en los campos de la Europa mediterránea, el silybum marianum, tiene tal efecto protector y reparador del hígado, que es una valiosa ayuda para tratar sus dolencias más severas, como la cirrosis o la hepatitis.
Además, ayuda a neutralizar los estragos causados por la intoxicación debida al alcohol, y combate los efectos de las setas venenosas, incluida la mortal amanita phalloides, la cual contiene la toxina más peligrosa para el hígado que se conoce.
Esta planta es el principal remedio de la herboristería occidental para los desórdenes hepáticos. Se utiliza también para proteger la víscera y regenerar sus células. Se emplea como complemento en el tratamiento de una amplia gama de dolencias y desórdenes, desde cirrosis, esteatosis, hepatitis y colecistopatías, hasta ictericia.
También se puede emplear para limitar los daños que le causa al hígado la quimioterapia del cáncer y para acelerar su recuperación después de este tipo de tratamiento.