San Sebastian II, GETAFE

Pero un día lo denunciaron ante el emperador por ser cristiano. Maximino lo llamó y lo puso ante la siguiente disyuntiva: o dejar de ser cristiano y entonces ser ascendido en el ejército, o si persistía en seguir creyendo en Cristo ser degradado de sus cargos y ser atravesado a flechazos. Sebastián declaró que sería seguidor de Cristo hasta el último momento de su vida, y entonces por orden del emperador fue atravesado a flechazos. En Roma le levantaron desde muy antiguos tiempos una basílica en...
A la fiesta del Señor.
A la fiesta del Señor,
A la fiesta del Señor,
A la fiesta del Señor
Hoy venimos a escuchar, a cantar y a perdonar, .