Datan del siglo XVIII y presentan una temática muy variada (vegetal, poligonal, paisajista) pero siempre tratando de jugar con la curvatura de la
bóveda y la disposición de la luz para crear efectos ópticos llamativos y una perspectiva muy marcada.
A pesar de la enorme pérdida de policromía original hemos tenido la suerte de que la gran mayoría de los motivos se repiten de forma simétrica en la bóveda, lo que nos ha ayudado a la hora de interpretar las zonas más perdidas.