Me he despertado, tenía necesidad de cambiar el agua al canario (pobre canario ya) y he abierto este aparato por ver que se cocina por estos foros, y veo un cerril hablando paja.
Si Sr. CABESTRIN Benebito, no dedicará mas tiempo a su NEMESIS, solo a leerlo y soportarlo.
Creo recordar que te explique las razones (creo legítimas) del porque me desdecía de mi palabra, creo recordar que no quedaría en mi conciencia el que te pudiese suceder algo por causa mía, esa posibilidad me la apuntaron mis hijos y hube de admitir sus razonamientos.
Por tanto si quieres viajar a las antípodas, será por tu cuenta becerro, y si se te pega alguna afición o deseo (a tu edad) habrás de financiártela y vivirla o morirla, pero nunca bajo mi conciencia.
Posiblemente te habías hecho alguna idea, pero va a ser que no, los pocos años que a mi me quedan, (si me queda alguno) que no haya sobre mi conciencia el resquemor de la desgracia física de algún gusano de dos patas.
Seguirás dedicándome tu tiempo, también lo poco que te va quedando, no lo puedes evitar porque eres chismoso además, y cuando oyes la palabra becerro volteas la testuz, es tu condición.
Ese perrito que supuestamente dejaste encargado de cuidar tus intereses como primer o segundo perro del tamborazo, no sirve ni para mordisquearte las pulgas, sustitúyelo, no tiene estatura.
Si Sr. CABESTRIN Benebito, no dedicará mas tiempo a su NEMESIS, solo a leerlo y soportarlo.
Creo recordar que te explique las razones (creo legítimas) del porque me desdecía de mi palabra, creo recordar que no quedaría en mi conciencia el que te pudiese suceder algo por causa mía, esa posibilidad me la apuntaron mis hijos y hube de admitir sus razonamientos.
Por tanto si quieres viajar a las antípodas, será por tu cuenta becerro, y si se te pega alguna afición o deseo (a tu edad) habrás de financiártela y vivirla o morirla, pero nunca bajo mi conciencia.
Posiblemente te habías hecho alguna idea, pero va a ser que no, los pocos años que a mi me quedan, (si me queda alguno) que no haya sobre mi conciencia el resquemor de la desgracia física de algún gusano de dos patas.
Seguirás dedicándome tu tiempo, también lo poco que te va quedando, no lo puedes evitar porque eres chismoso además, y cuando oyes la palabra becerro volteas la testuz, es tu condición.
Ese perrito que supuestamente dejaste encargado de cuidar tus intereses como primer o segundo perro del tamborazo, no sirve ni para mordisquearte las pulgas, sustitúyelo, no tiene estatura.