En el siglo XIX la
familia Freixa compró estos terrenos y construyó en 1896 un
edificio pensado como
fábrica de hilados. En 1907 se reconvirtió la fábrica en residencia familiar, encargó realizado al arquitecto modernista Lluís Muncunill.
Al acceder al recinto nos encontramos con la cara este del edificio, donde destaca una rotonda como un añadido de dos niveles.