Església de Sant Pau de Montmany (foto antigua), MONTMANY
Antigua parroquia rural del municipio de Figaró-Montmany. Se intuye la existencia en un documento del año 966, donde los albaceas del conde Mir de Barcelona adjudicaban en la Catedral de Barcelona la iglesia de Sant Esteve de la Garriga y todas las que estaban sujetos. Se cree que una de estas iglesias era la de Montmany.
La primera referencia explícita no la encontramos hasta el año 1139, cuando el obispo de Barcelona, Arnau Armengol, concede al monasterio de Santa Maria de l'Estany la iglesia de Sant Esteve de la Garriga, con sus diezmos y primicias, y con las iglesias sufragáneas que tiene: la iglesia que se dice de Sant Pere de Vallcàrquera y la iglesia de Sant Cristòfol de Monteugues y la iglesia de Sant Pau de Montmany, como dice textualmente el documento.
A principios del siglo XV ya hay documentación que habla del culto litúrgico a la Virgen de Puig-Gracioso, que a finales del siglo XVI ya se pasó al retablo del Altar Mayor.
El templo que ha llegado a nuestros días fue construido entre los años 1600 y 1606 en estilo gótico tardío. Tiene planta de cruz latina de una sola nave, cubierta con bóveda de cañón, con ábside poligonal, que junto con las dos capillas del crucero están cubiertas con bóvedas. Mide 11'28 metros de largo por 5'10 de ancho, mientras que los brazos laterales tienen una longitud de 3'20 metros y una anchura de 3. La altura aproximada de la nave es de 6'5 metros. Los arcos y pilastras de las capillas laterales, así como los marco de la portada, que es coronada por un frontón con tríglifos y metopas, son de piedra picada.
En el año 1910 fue definitivamente abandonada al trasladarse el culto al Santuario de Puig-Graciós. Actualmente se encuentra en estado ruinoso, amenazando el derrumbe, con la puerta de acceso tapiada y con una aterradora grieta que parte la fachada en dos partes.
Se encuentra en medio de los Sots Feréstecs, lugar que ha tomado el nombre de la novela modernista homónima, publicada en 1901, que Raimon Casellas ubicó en estos parajes y donde hace referencia al estado de conservación del iglesia.
La primera referencia explícita no la encontramos hasta el año 1139, cuando el obispo de Barcelona, Arnau Armengol, concede al monasterio de Santa Maria de l'Estany la iglesia de Sant Esteve de la Garriga, con sus diezmos y primicias, y con las iglesias sufragáneas que tiene: la iglesia que se dice de Sant Pere de Vallcàrquera y la iglesia de Sant Cristòfol de Monteugues y la iglesia de Sant Pau de Montmany, como dice textualmente el documento.
A principios del siglo XV ya hay documentación que habla del culto litúrgico a la Virgen de Puig-Gracioso, que a finales del siglo XVI ya se pasó al retablo del Altar Mayor.
El templo que ha llegado a nuestros días fue construido entre los años 1600 y 1606 en estilo gótico tardío. Tiene planta de cruz latina de una sola nave, cubierta con bóveda de cañón, con ábside poligonal, que junto con las dos capillas del crucero están cubiertas con bóvedas. Mide 11'28 metros de largo por 5'10 de ancho, mientras que los brazos laterales tienen una longitud de 3'20 metros y una anchura de 3. La altura aproximada de la nave es de 6'5 metros. Los arcos y pilastras de las capillas laterales, así como los marco de la portada, que es coronada por un frontón con tríglifos y metopas, son de piedra picada.
En el año 1910 fue definitivamente abandonada al trasladarse el culto al Santuario de Puig-Graciós. Actualmente se encuentra en estado ruinoso, amenazando el derrumbe, con la puerta de acceso tapiada y con una aterradora grieta que parte la fachada en dos partes.
Se encuentra en medio de los Sots Feréstecs, lugar que ha tomado el nombre de la novela modernista homónima, publicada en 1901, que Raimon Casellas ubicó en estos parajes y donde hace referencia al estado de conservación del iglesia.