Se inició en 1956, en el lado opuesto a la
fachada del Nacimiento. En el centro se aprecia la incipiente
Torre de Jesucristo, que cuando esté acabada tendrá una altura de 172 metros y será la torre de
iglesia más alta del mundo y la estructura más alta de
Barcelona, superando los 154 metros de las dos
torres de la Vila Olímpica.