Sr. Marcelino, su exclamación la juzgo poco ortodoxa. Tratándose de tan excelsas obras (Pinturas y palacio)
son dignas de museo y por lo tanto que estén en total disposición de ser admiradas por todo el que lo desee.
Mi deseo no es ofender a nadie, solamente es mi opinión. ¡Pintura digna de Reyes!