Fiscalía acusa a siete médicos de filtrar el examen de una oposición de Traumatología
El Ministerio Público exige once años de cárcel para el vocal del tribunal y los aspirantes a las plazas a las que concursaron en mayo de 2007
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Asistentes a las pruebas selectivas de la oposición pública en Traumatología desarrollada en el Virgen de la Concha.
Foto L. O. Z.
Siete traumatólogos, seis de ellos catedráticos, se sentaron ayer en el banquillo de los acusados por un presunto delito de revelación de secretos y uso de información privilegiada durante un examen de una oposición pública para la especialidad de Traumatología que se desarrolló en mayo de 2007 y que fue anulada ante las sospechas de filtración de preguntas y respuestas de la prueba. Los indicios recayeron en el catedrático la Universidad de Salamanca. El inspector médico que investigó, a instancias del Sacyl, el posible fraude concluyó que las elevadas notas que sacaron los seis primeros oponentes se explicaban por tal circunstancia y que alguien podría haber grabado la única reunión del tribunal en la que se dio lectura a todo el examen.
SUSANA ARIZAGA Las notas nunca se llegaron a hacer públicas y el examen se repitió, con resultados muy diferentes para algunos de los destacados opositores, tanto que alguno que había sacado un diez y respondido correctamente a las 167 preguntas, incluidas las de reserva, obtuvo un 5,13 puntos en esa segunda prueba. Era uno de los seis aspirantes a las plazas cuyas calificaciones obtenidas el 21 de mayo de 2007 están bajo sospecha.
Esos resultados más bajos fueron otro indicio más de las «filtraciones o conocimiento» de las preguntas que apuntó el informe de un inspector médico del Sacyl, que sirvió de base para que la Fiscalía Provincial de Zamora haya acusado del delito de revelación de secretos a un vocal del Tribunal, catedrático de Traumatología de la Universidad de Salamanca, cuyas iniciales son J. A. P. M., porque supuestamente pasó las preguntas a los otros seis imputados, cinco de ellos también catedráticos, en otro delito de «uso de información privilegiada». Se trata de F. P. O., A. J. V., D. B. R., J. A. C. B., A. P. M. y A. A. L., todos traumatólogos en ejercicio que defendieron su inocencia y justificaron las notas obtenidas en un examen «de alta dificultad», según el inspector, con las obteneidas en posteriores convocatorias con las que han logrado su puesto de trabajo dentro de la Adminsitración Sanitaria, algunos fuera de Castilla y León
El Sindicato Médico (CESM) pidió al Sacyl, ante el rumor insistente sobre las filtraciones, una investigación sobre posibles irregularidades que pudieran favorecer el aprobado «en bloque de médicos de servicios de determinadas promociones», explicó ayer el secretario regional de esa agrupación, Eloy Pérez, quien compareció como testigo en el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal. En la misma sesión declararon componentes del tribunal de la convocatoria zamorana, quienes negaron haber filtrado el examen y que pudiera existir tal posibilidad, dado que ninguno conocía todas las preguntas ni todas las respuestas, que sólo se pusieron en común en una reunión, sin que nadie se llevara copia de todo el contenido. En ese hecho se basaron también los abogados de las defensas para exigir la absolución de sus clientes
El Ministerio Público exige once años de cárcel para el vocal del tribunal y los aspirantes a las plazas a las que concursaron en mayo de 2007
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Asistentes a las pruebas selectivas de la oposición pública en Traumatología desarrollada en el Virgen de la Concha.
Foto L. O. Z.
Siete traumatólogos, seis de ellos catedráticos, se sentaron ayer en el banquillo de los acusados por un presunto delito de revelación de secretos y uso de información privilegiada durante un examen de una oposición pública para la especialidad de Traumatología que se desarrolló en mayo de 2007 y que fue anulada ante las sospechas de filtración de preguntas y respuestas de la prueba. Los indicios recayeron en el catedrático la Universidad de Salamanca. El inspector médico que investigó, a instancias del Sacyl, el posible fraude concluyó que las elevadas notas que sacaron los seis primeros oponentes se explicaban por tal circunstancia y que alguien podría haber grabado la única reunión del tribunal en la que se dio lectura a todo el examen.
SUSANA ARIZAGA Las notas nunca se llegaron a hacer públicas y el examen se repitió, con resultados muy diferentes para algunos de los destacados opositores, tanto que alguno que había sacado un diez y respondido correctamente a las 167 preguntas, incluidas las de reserva, obtuvo un 5,13 puntos en esa segunda prueba. Era uno de los seis aspirantes a las plazas cuyas calificaciones obtenidas el 21 de mayo de 2007 están bajo sospecha.
Esos resultados más bajos fueron otro indicio más de las «filtraciones o conocimiento» de las preguntas que apuntó el informe de un inspector médico del Sacyl, que sirvió de base para que la Fiscalía Provincial de Zamora haya acusado del delito de revelación de secretos a un vocal del Tribunal, catedrático de Traumatología de la Universidad de Salamanca, cuyas iniciales son J. A. P. M., porque supuestamente pasó las preguntas a los otros seis imputados, cinco de ellos también catedráticos, en otro delito de «uso de información privilegiada». Se trata de F. P. O., A. J. V., D. B. R., J. A. C. B., A. P. M. y A. A. L., todos traumatólogos en ejercicio que defendieron su inocencia y justificaron las notas obtenidas en un examen «de alta dificultad», según el inspector, con las obteneidas en posteriores convocatorias con las que han logrado su puesto de trabajo dentro de la Adminsitración Sanitaria, algunos fuera de Castilla y León
El Sindicato Médico (CESM) pidió al Sacyl, ante el rumor insistente sobre las filtraciones, una investigación sobre posibles irregularidades que pudieran favorecer el aprobado «en bloque de médicos de servicios de determinadas promociones», explicó ayer el secretario regional de esa agrupación, Eloy Pérez, quien compareció como testigo en el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal. En la misma sesión declararon componentes del tribunal de la convocatoria zamorana, quienes negaron haber filtrado el examen y que pudiera existir tal posibilidad, dado que ninguno conocía todas las preguntas ni todas las respuestas, que sólo se pusieron en común en una reunión, sin que nadie se llevara copia de todo el contenido. En ese hecho se basaron también los abogados de las defensas para exigir la absolución de sus clientes
