En la
Iglesia de
Santa María Magdalena.
Cerca del baldaquino del lado norte, adosado al muro, encontramos un sepulcro
románico que los expertos catalogan de excepcional y una de las mejores muestras de la
escultura funeraria de esta época. Los que no somos historiadores del
arte no estamos capacitados para ponderar sus cualidades artísticas u ornamentales, pero, aunque profanos en la materia, sí que podemos manifestar nuestras sensaciones y emociones al contemplarlo. Particularmente, siempre me ha parecido de una belleza extraordinaria, capaz de conmover los sentimientos de cualquier persona medianamente sensible.
En el interior, una lauda sepulcral adornada con
cruz de tipo procesional y la
estatua yacente de un personaje en el lecho mortuorio.
Aunque no se conoce documentalmente la identidad del personaje que aparece yacente en su lecho de muerte, se ha especulado que pudiera ser Doña Urraca de
Portugal, hija del primer rey portugués Alfonso I Enríquez y esposa de Fernando II de
León.
Fruto de este matrimonio, anulado por el papa Alejandro III a causa del parentesco de los esposos, fue el futuro rey Alfonso IX, nacido en
Zamora.
Fue labrado a finales del siglo XII o principios del XIII;