Este
retablo de la
Capilla de
San Ildefonso es la obra más temprana que se conserva del salmantino Fernando Gallego; pintó sus tablas a fines de los años setenta del siglo XV.
En ellas están representadas distintas escenas del Nuevo Testamento en su cuerpo superior: el Bautismo de Jesús, un
Calvario y el martirio del Bautista. En el inferior, la Aparición de
santa Leocadia a san Ildefonso, la imposición de la casulla al
santo toledano y la veneración de sus reliquias.
En el banco, de izquierda a derecha, san Juan Evangelista, san Nicolás, san Pedro, una santa Faz de
Cristo, san Jerónimo y Santiago el Mayor. En los guardapolvos, además de los
escudos de armas del cardenal, grisallas con las figuras de Adán y Eva y alegorías de la
Iglesia y la Sinagoga.