VILLAMOR DE LOS ESCUDEROS: I. G., VILLAMOR DE LOS ESCUDEROS Villamor de los Escuderos...

I. G., VILLAMOR DE LOS ESCUDEROS Villamor de los Escuderos se convierte este fin de semana en la sede de los amantes de los caballos. La iniciativa parte de la Asociación Catavi («Caballistas de la Tierra del Vino») que, desde su creación hace apenas dos meses, se propuso instaurar un certamen anual sobre el emblemático animal, con una implantación muy destacada en las comarcas de la Tierra del Vino y La Guareña.

Fue así como se organizó la I Feria Ecuestre Catavi, que tiene lugar a lo largo del fin de semana en Villamor por ser el pueblo donde germinó la iniciativa de un grupo de amigos y amantes de mundo ecuestre. El objetivo de los caballistas y aficionados es perpetuar la feria, con una fecha ya concreta para ediciones posteriores: la primera semana de junio.

«Ya llevábamos tiempo reuniéndonos y yendo juntos a encierros y romerías, así que decidimos constituirnos en asociación para fomentar todo lo relacionado con el mundo del caballo porque, al paso que vamos, van a desaparecer hasta los encierros», expresaba ayer Iván Lozano, vicepresidente de Catavi. «No te puedes arrimar, el transporte de caballos requiere un montón de certificados y la gente se harta».

Pero lo cierto es que, a juzgar por la participación de ayer, con más de un centenar de caballos, según las estimaciones del presidente de Catavi, Manuel Andrés, y numerosas personas llegadas de los pueblos del entorno, e incluso de las provincias de Valladolid y Salamanca, la afición por el mundo ecuestre pervive con toda la fortaleza en la zona.

«Queremos que se siga apostando por el caballo», indica Manuel Andrés, «muy satisfecho» con el desarrollo de la feria que, a su junio, «ha superado todas las previsiones». Junto a los caballos y algunos carruajes, en el recinto habilitado en Villamor de los Escuderos se instalaron una decena de puestos relacionados con el mundo ecuestre.

Pero sin duda el gran punto de animación se localizó en la zona donde los organizadores ofrecieron un vino español con caldos y productos de la tierra, donados desinteresadamente por industrias locales y del entorno. «La respuesta de las personas y empresas a las que hemos pedido colaboración ha sido fenomenal y eso ha contribuido a que esta feria esté saliendo tan bien. Hay que destacar que todo ha sido gratis, menos la cena», puntualizó Iván Lozano.

Por la tarde, pese a la amenaza de lluvia, los asistentes pudieron disfrutar del paseo campero por los parajes típicos de Villamor y las exhibiciones amateur de doma.

Se puede decir que la prueba estaba superada y eso da ánimos a los organizadores para una nueva edición y un impulso a la recién nacida asociación, que ya roza el centenar de socios.