Trabazos presenta un escrito en el Obispado para que el párroco Ortega Vicente complete su labor en la zona
La misiva del Ayuntamiento asegura que «con este tipo de actuaciones se puede producir un deterioro de la imagen del Episcopado y de la propia Iglesia»
01:01 VOTE ESTA NOTICIA
Imagen de un pleno del Ayuntamiento de Trabazos.
Foto Ch. S.
CHANY SEBASTIÁN
Vecinos y el Ayuntamiento de Trabazos «acusan» directamente al obispo de la Diócesis de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, de incumplir su promesa, dada por el prelado en una reunión cordial con ellos, de mantener al sacerdote Francisco Ortega Vicente Rodríguez, en la Unidad de Acción Pastoral de Nuez, al menos durante seis años. Dado que llegó el 8 de noviembre de 2007 no han cumplido ni siquiera cuatro años viviendo en Nuez.
El Ayuntamiento de Trabazos, a través de su alcalde Javier Faúndez Domínguez, entregaba ayer al Obispo un documento, tan claro como duro, donde expresa el sentir de autoridades y vecinos ante la decisión de cesar a Ortega, que dejará Nuez (y 13 pueblos más) el día 2 de octubre, para incorporarse el 8 a Morales de Toro.
Según Faúndez Domínguez, «el traslado produce en la feligresía de este municipio servido por Ortega en su primer destino pastoral dos impresiones fundamentales: La primera de ellas es la de un reconocimiento generalizado hacia su persona. Su buen hacer en la gestión realizada como cura párroco encargado de estos pueblos de la comarca de Aliste y su impronta como persona joven que a su vez imprimió en el ejercicio de su función unas nuevas formas en la relación con el pueblo en su generalidad y especialmente con las personas más jóvenes y que considero muy necesarias en orden a revitalizar moral y espiritualmente las relaciones entre la Iglesia Católica y la sociedad en unos tiempos que precisamente se caracterizan por la pérdida de los valores morales, espirituales y la progresiva laicización de la misma. En este sentido hay que darle las gracias a Ortega Vicente por la labor e impronta dejadas en su breve magisterio».
La segunda de las impresiones recibidas, defiende el alcalde, «y motivo de dirigirme a V. I y V. R. es la de comunicar el desánimo que se ha producido en las gentes y en la comunidad parroquial administrada por causa de la breve estancia de Ortega entre nosotros» para luego matizar «consideramos que no hay argumentos sólidos para este traslado que ha generado entre los ciudadanos de nuestra comunidad una decepción generalizada. Con este tipo de actuaciones inconsecuentes se puede producir y de hecho se produciendo, un deterioro de la imagen del Obispado de Zamora y de la propia Iglesia en nuestra comarca haciéndole un flaco favor a la fe». Incide el edil en que «nuestros vecinos no entienden que siempre que el Obispado tiene que hacer una reestructuración nos afecte a los mismos. Ya llueve sobre mojado, los cambios últimamente sólo afectan a nuestra comarca. No olvide el relevo producido hace apenas cuatro años en Nuez donde usted mismo me prometió que como mínimo el nuevo párroco (Ortega) permanecería en el puesto por un periodo de seis años, produciéndose ahora el relevo cuando apenas si se han cumplido cuatro años».
La misiva del Ayuntamiento asegura que «con este tipo de actuaciones se puede producir un deterioro de la imagen del Episcopado y de la propia Iglesia»
01:01 VOTE ESTA NOTICIA
Imagen de un pleno del Ayuntamiento de Trabazos.
Foto Ch. S.
CHANY SEBASTIÁN
Vecinos y el Ayuntamiento de Trabazos «acusan» directamente al obispo de la Diócesis de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, de incumplir su promesa, dada por el prelado en una reunión cordial con ellos, de mantener al sacerdote Francisco Ortega Vicente Rodríguez, en la Unidad de Acción Pastoral de Nuez, al menos durante seis años. Dado que llegó el 8 de noviembre de 2007 no han cumplido ni siquiera cuatro años viviendo en Nuez.
El Ayuntamiento de Trabazos, a través de su alcalde Javier Faúndez Domínguez, entregaba ayer al Obispo un documento, tan claro como duro, donde expresa el sentir de autoridades y vecinos ante la decisión de cesar a Ortega, que dejará Nuez (y 13 pueblos más) el día 2 de octubre, para incorporarse el 8 a Morales de Toro.
Según Faúndez Domínguez, «el traslado produce en la feligresía de este municipio servido por Ortega en su primer destino pastoral dos impresiones fundamentales: La primera de ellas es la de un reconocimiento generalizado hacia su persona. Su buen hacer en la gestión realizada como cura párroco encargado de estos pueblos de la comarca de Aliste y su impronta como persona joven que a su vez imprimió en el ejercicio de su función unas nuevas formas en la relación con el pueblo en su generalidad y especialmente con las personas más jóvenes y que considero muy necesarias en orden a revitalizar moral y espiritualmente las relaciones entre la Iglesia Católica y la sociedad en unos tiempos que precisamente se caracterizan por la pérdida de los valores morales, espirituales y la progresiva laicización de la misma. En este sentido hay que darle las gracias a Ortega Vicente por la labor e impronta dejadas en su breve magisterio».
La segunda de las impresiones recibidas, defiende el alcalde, «y motivo de dirigirme a V. I y V. R. es la de comunicar el desánimo que se ha producido en las gentes y en la comunidad parroquial administrada por causa de la breve estancia de Ortega entre nosotros» para luego matizar «consideramos que no hay argumentos sólidos para este traslado que ha generado entre los ciudadanos de nuestra comunidad una decepción generalizada. Con este tipo de actuaciones inconsecuentes se puede producir y de hecho se produciendo, un deterioro de la imagen del Obispado de Zamora y de la propia Iglesia en nuestra comarca haciéndole un flaco favor a la fe». Incide el edil en que «nuestros vecinos no entienden que siempre que el Obispado tiene que hacer una reestructuración nos afecte a los mismos. Ya llueve sobre mojado, los cambios últimamente sólo afectan a nuestra comarca. No olvide el relevo producido hace apenas cuatro años en Nuez donde usted mismo me prometió que como mínimo el nuevo párroco (Ortega) permanecería en el puesto por un periodo de seis años, produciéndose ahora el relevo cuando apenas si se han cumplido cuatro años».