“La riqueza y diversidad de América Latina está intrínseca en la tradición culinaria de sus pueblos. Gracias a un mestizaje de siglos, los pueblos latinoamericanos pueden regocijarse del valor nutricional que tienen sus productos, ya sean naturales o elaborados. Sin embargo, en un mundo globalizado -con factores positivos y negativos de acuerdo a los intereses individuales y político-económicos- la transformación alimentaria ha tenido orígenes en la llegada de nuevos productos de todos los rincones del planeta y de un vertiginoso aumento del consumo de alimentos e ingredientes, que según los especialistas, son dañinos a la salud e innecesarios para la subsistencia de ser humano