SANTA CLARA DE AVEDILLO (Zamora)

Tractor con arados alzados
Foto enviada por octavio

Diálogo entre Perico Grande y Perico Chico
01:21 VOTE ESTA NOTICIA

Diálogo entre Perico Grande y Perico Chico
Que no, que no, deja de enredar, que no quiero que seas labrador, ni por la memoria de tu abuelo, ni gaitas; si Perico Viejo viviera tampoco querría, están las cosas cojonudas, como para andar con mandangas...». Perico Grande se lo repite ya de mala leche a Perico Chico, tantas veces han hablado de lo mismo que no vale ya el diálogo: «Que te he dicho que no y eso va a misa; y que lo tengas bien claro, eh, que es por tu bien...».

Perico Grande se aparta de su hijo y nota como se humedecen sus ojos. «Los años, Dios, que blando es uno, antes no pasaba esto, ni en los entierros, que cuando murió madre, seco como un palo en agosto...». Pero no puede por menos. Y se acuerda de su padre, de su abuelo, al que mató un rayo cuando araba con la yunta mayor en El Cuerno, todos labradores. Y ahora, él, precisamente él, que mamó tierra, que le tenga que decir a su hijo que no se quede en el pueblo, que vaya a buscarse la vida, ¿para qué coños ha servido toda su estirpe?

Perico Chico tiene veinte años. Acabó los estudios medios hace tiempo y no quiso ir a la Universidad. Confiaba en ablandar a Perico Grande. Lo que él quiere es ser labrador, como su padre, como Perico Viejo, como todos sus antepasados. Maneja el tractor desde niño. Sabe hacer todas las tareas del campo. Le gusta también el ganado, ¿por qué no puede hacer lo que quiere? Es el único joven del pueblo que quiere seguir en el campo, con sus cereales, las cinco hectáreas de viñedo, los frutales de la carretera... Pero Perico Grande ni a tiros. Las discusiones se oyen en el pueblo de al lado. Todavía se acuerda del último San Isidro. Nunca lo había visto así. «Que no, que no y que no -le gritó-, pero no ves, ahora nos quitan las ayudas, mira, las cuatro perras de subvención de la remolacha, prometidas y firmadas por la Consejería, pues nada, que no hay dinero y ajo y agua; estamos atados de pies y manos. La PAC es un engaño para no dejarnos mover, para que no podamos fijar precios altos en origen y encima no nos valoran, nos llaman pedigüeños. Ahí tienes las uvas el año pasado, a veintitantos céntimos, pero si no te compensa ni vendimiar...».

Perico Chico lo ve, sabe que las cosas están mal, peor que nunca, que el que vende leche de oveja pierde dinero; que el de los marranos no saca las orejas del costal; el grano, menos mal, pero hasta hace nada con precios que ya se pagaban antes de que él naciera.

Lo que más molesta a Perico Chico es cuando va a la ciudad, o sea todos los fines de semana porque en el pueblo no hay nada, entonces se da cuenta de que las chicas cuando les dice que es agricultor lo miran así, raro, no lo entienden. « ¿Pero eso no es una cosa de antes?», le preguntan. «Sí..., puede ser», les dice él. Y se queda pegado al «cubata», como a un poste, escuchando la última canción de moda.

Perico Grande, a veces, cuando se toma dos pacharanes, en las sobremesas, cuando se nota que está a gusto, no puede por menos y habla en alto. «Si las cosas estuvieran mejor, Perico, podríamos trabajar juntos, montar algo, no sé, un invernadero; criar ovejas y con la leche haríamos queso, cerrar el ciclo, o abrir una bodega en condiciones, con un vino singular, nuestro, con la sangre de la Gavia, pero esto Perico es una puta mierda y nadie nos apoya, nadie nos quiere, esta sociedad anda a otra cosa; ya ves, ahora con la crisis, parece que se están dando cuenta de que hay que valorar más a los sectores productivos, pero no, todo es un espejismo; ahora ya ves, la Administración tanto hablar de sector preferente, ¿y qué?, nos deja en el barro; que no, Perico, que no quiero que te quedes aquí, a cualquier sitio, vete a la ciudad, trabaja de lo que sea; solo si las cosas se ponen jodidas te quedas aquí, eh, que lo sepas». Y Perico Chico se hace ilusiones. No puede por menos. ... (ver texto completo)
Así nació la idea

Un pretexto para recalificar suelo y dar un gran pelotazo en la España de finales de los noventa. Eso es lo que el secretario general de CC OO en Ciudad Real, Felipe Pérez, cree que había detrás del proyecto del aeropuerto. “Los constructores concibieron esto como un gran aeropuerto de cargas. El negocio pretendían hacerlo vendiendo a precio industrial para instalar naves un terreno aledaño. Pero los ecologistas denunciaron y eso arruinó los planes iniciales”.
Sin embargo, la ... (ver texto completo)


Llama al 654 409 325, ofertas especiales para Pueblos de España