No obstante, Herrera admitió una caída en las partidas de ayuda directa para los cuidados familiares, aunque «suben» las destinadas al mantenimiento de los servicios profesionales, un punto en que que leyó también una carta enviada a un dependiente en la que, como ha insistido, se ofrecen alternativas.
En concreto se ha referido a un dependiente con una pensión de 850 euros que recibía una ayuda directa de 388 euros, una cuantía que «se reduce notablemente en la línea que marca la Ley», aunque en el escrito se dice «expresamente» que si desea modificar la prestación económica por ayudas vinculadas a los servicios contaría con una cuantía máxima de 480 euros, un 20 por ciento más.
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