OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

SAN MIGUEL DE LA RIBERA: Un total de 150 puestos en los que se puede encontrar...

Un total de 150 puestos en los que se puede encontrar --y comer y beber-- casi de todo y un espacio más amplio que permite, además de conocer qué trae hasta Córdoba, recorrer una zona de la ciudad por la que a muchos les gustaría pasear más. Es lo que propone la cuarta edición del mercado medieval que ocupa estos días las plazas de La Corredera, Las Cañas y El Potro (donde se ha instalado una ludoteca) y que se ha sumado al cuarto centenario del Quijote. Este año la iniciativa, que ya es como una tradición en estas fechas, ha incrementado la variedad de productos que se ofrecen con 45 artesanos más, convirtiéndose en la propuesta de este tipo más importante de España.

Uno puede empezar su paseo por otra época viendo el arte de la cetrería o el trabajo de un herrero que ayuda a los pequeños a realizar una herradura con un fuelle, un yunque y martillos. Alejandro Cremades, encargado de esta herrería, explica que se hace "con el fuelle, avivando el carbón de una fragua que alcanzará la temperatura adecuada. Con el hierro caliente creamos todo tipo de aparejos". Viene desde Alicante con este mercado y reconoce que ha recalado por primera vez en Córdoba. Señala que el espacio le parece adecuado "porque la gente pasea sin problemas y lo puede ver todo". Para Juana Romero, que vende reproducciones de antigüedades, participar en este evento en el que se suceden las actuaciones y la implicación del público "tiene compensaciones, no sólo económicas". Se refiere a "conocer sitios y compartir una aventura que genera mucha ilusión". Innumerables tipos de tés y alimentos elaborados artesanalmente, jabones naturales, bisutería, juguetes y un largo etcétera de artículos pueden comprarse en este mágico lugar.

Mari Pepa y Dieter Diehm paseaban ayer por el mercado medieval tras llegar de Würzburg (Alemania), la ciudad donde viven. Varios productos de aloe vera y frutos secos con miel fueron algunas de las compras que realizaron. Ambos destacaban "un pan que hemos visto típico de allí, con sésamo, cebolla y pipas de girasol". Aunque para muchos seguía haciendo frío, para este alemán, acostumbrado a las bajas temperaturas, el tiempo estaba "precioso". Iban acompañados de la madre de ella, Pepa García; su hermana Genoveva de la Rosa y su sobrina Patricia, que resaltaban la cantidad de productos naturales que había. José María García-Vellido, que vive por la zona, afirma que "el mercado me parece fenomenal, pero existen incomodidades como la suciedad y la forma en que se aparca, en las que el Ayuntamiento debería preocuparse más". De otro lado, Rocío García, que iba con su hija, destacaba la repostería y los platos que se podían degustar, como el shawarma que había pedido en un local en la plaza de Las Cañas. Su dueña, Pepa Ruiz, apuntaba una idea "para promocionar el casco histórico: llevar a cabo estas propuestas cada menos tiempo y con otro tipo de mercados, con artesanos de Córdoba, por ejemplo". La cita sigue en esta edición del mercado medieval hasta hoy domingo.