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PELEAGONZALO: HISTORIA DE PELEAGONZALO (Copiado) El antiguo...

HISTORIA DE PELEAGONZALO (Copiado)


El antiguo Peleagonzalo, llamado Pelayo González hasta el siglo XV, Peleagonzález en el siglo XVI y Peleagonzalo a partir de 1.625, se encontraba, antes de la riada del 1.860, junto a la margen izquierda del Duero. Pero ¿cuándo comenzó a poblarse?, ¿de dónde vinieron sus primeros habitantes? He aquí dos preguntas sin respuesta porque el origen de Peleagonzalo es hoy desconocido. Faltan documentos donde las acciones humanas destaquen. Lo que hoy es Peleagonzalo fue probablemente, en la España primitiva, campo de satures, lusitanos, vetones y vacceos, pueblos que quizás lo poseyeron en diferentes épocas, según el momento de plenitud y poderío de cada uno.
Pero dejando a un lado la historia poco conocida del pueblo, nos centraremos en dos momentos históricos importantes bien conocidos.
El primero de Marzo del año 1476 se encontraron en Castroquemado, conocido desfiladero del término de Peleagonzalo, los ejércitos de Alfonso V de Portugal y los de los Reyes Católicos, librándose así la famosa batalla de Peleagonzalo, más conocida en la historia con el nombre de Batalla de Toro, que vino a resolver el pleito dinástico planteado a la muerte de Enrique IV por la herencia del reino de Castilla. La primera y más dura fase del combate tuvo lugar en el pago de la Sangradera que está muy cerca y a poniente del solar del Pueblo Viejo.
En este punto, y después de mencionar el pago del Pueblo Viejo, continuamos con la historia de Peleagonzalo en el año 1.860. La noche del 28 de Diciembre del citado año, las abundantes y arrolladoras aguas del río Duero acabaron con el antiguo pueblo de Peleagonzalo. Sus habitantes vieron aquella noche como sus casas y propiedades desaparecían bajo las aguas del río y como su pueblo se convertía en un inmenso lago.
Tras la riada fue necesario trasladar el pueblo al lugar que hoy ocupa. El nuevo Peleagonzalo se reedificó en menos de dos años, tiempo durante el cual sus habitantes se vieron en la necesidad de refugiarse en las bodegas.
Una vez terminado el nuevo pueblo, sus habitantes pusieron a las rectas calles los nombres de aquellos hombres más o menos relacionados con el traslado y reconstrucción del pueblo, como la calle de Claudio Moyano, padre del actual Peleagonzalo, o la de Travado. Otras nos hablan de bienhechores en aquellos angustiosos momentos de la riada como la de Don Pedro Michilena.