Al viejo hospital de los muñecos llegó el pobre Pinocho mal herido,
un cruel espantapájaros bandido, lo sorprendió dormido y lo atacó. Llegó con la nariz hecha pedazos, una pierna en tres partes astillada y una lesión interna y delicada, que el médico de guardia no advirtió. Al viejo cirujano llamaron con urgencia y con su vieja ciencia pronto lo remendó, pero dijo a los otros enfermos internados: todo esto será en vano le falta el corazón. El caso es que Pinocho estaba grave, en sí de su desmayo no volvía y el nuevo cirujano no sabía a quien pedir prestado un corazón. Entonces llegó el hada protectora y viendo que Pinocho se moría, le puso un corazón de fantasía y Pinocho sonriente despertó.
un cruel espantapájaros bandido, lo sorprendió dormido y lo atacó. Llegó con la nariz hecha pedazos, una pierna en tres partes astillada y una lesión interna y delicada, que el médico de guardia no advirtió. Al viejo cirujano llamaron con urgencia y con su vieja ciencia pronto lo remendó, pero dijo a los otros enfermos internados: todo esto será en vano le falta el corazón. El caso es que Pinocho estaba grave, en sí de su desmayo no volvía y el nuevo cirujano no sabía a quien pedir prestado un corazón. Entonces llegó el hada protectora y viendo que Pinocho se moría, le puso un corazón de fantasía y Pinocho sonriente despertó.